domingo, 1 de diciembre de 2013

Una Caperucita Roja perdida por el Santo Domingo

Caperucita por un día:
Mi experiencia personal, supongo que empezara como la de todos aquellos que han escrito antes que yo, al principio mucha vergüenza y luego ya una se acostumbra. Si soy más exacta, la vergüenza empecé a pasarla cuando me baje del coche y me hice a la idea de que tenía que recorrerme la Plaza España andando sola y que me mirase todo el mundo, menos mal que a las 8:28 no había mucha expectación. Bueno empezare contando mi día desde que me levante hasta las 15:10h que llegue a mi coche, porque claro, del colegio al coche, tuve que ir andando hasta la calle Rosa y a esa hora si había gente..
Me levante a las 7 de la mañana para empezar a arreglarme y a preparar las cosas, como es normal en mi, salí de mi casa a y veinte teniendo que llegar al colegio a y media, fallo mío por llevarme tanto tiempo arreglándome cuando la idea era dar vergüenza, aunque la pase..
Las caras eran de desconcierto y sobre todo, los comentarios abundaban, comentarios del estilo: ’’¿Y el lobo Caperucita?’’ o ‘’¡¡Mira Caperucita Roja!!’’.
Un fallo de última hora fue sin duda la ausencia de una cestita para llevarle la comida a la abuelita. Una vez que subí las escaleras y me vieron las dos clases de 1º de Bachillerato y luego entre en mi clase, fue lo peor porque tanta gente y tantos a la vez subiendo que primero me agobié y luego pensé ¿Por qué te agobias si te encanta que la gente te mire?
A lo largo del día a medida que pasaban las clases y los profesores se iban turnando ya me empezaba a dar mas igual lo que pensaran, salvo mi profesor de Geografía, Rafa Saldaña que en vez de dar la clase se puso a preguntar y a pensar el nombre que tenia Caperucita en el cuento de niños, lo normal vamos. También me gusto mucho la reacción de mi tutor frente a mi disfraz ya que cuando me vio no había tenido clase aun con el, me lo encontré en el 2º recreo subiendo las escaleras y le dije: ‘’Miguel ¿has visto lo guapa que voy?’’ y el tan simpático como siempre exclamo: ‘’ Uy pues no me había ni fijado, ¡¡que chulo el disfraz Martita!!’’
Es verdad eso que se dice que nos importa demasiado la opinión de la gente que nos subestima.. Amigas de otros colegios me preguntaron por que hacíamos eso de ir disfrazados al colegio, a algunos les parecía ridículo y a otros realmente increíble como podíamos ir disfrazados así. En mi opinión la gente que decía que era ridículo seria por que le importa tanto la opinión de las personas que le rodean, que no serian capaces de disfrazarse a no ser que los de su alrededor fuesen igual.
En mi opinión esta actividad me ha demostrado que realmente, si tienes confianza en ti mismo lo que digan los demás es secundario incluso indiferente que es lo que me sucedió a mi. Me considero una persona con mucha confianza en mi misma y realmente aunque al principio me diese vergüenza,poco a poco me fui dando cuenta de que me daba igual lo que pensasen los demás.

A pesar de ser una actividad de filosofía, me ha gustado muchísimo el hecho de ir al colegio disfrazada como iría en carnaval. Si esto servia para perder la vergüenza he de decir que a mi ya no me queda de eso,sin duda alguna esta ha sido la mejor experiencia que he vivido en el instituto.

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